Este no es mi camino...

Han pasado ya varias dekanas desde que comparto grupo con Aldorito, Khurgan, Roger, Spider y el Druida cuya manía es la de atacarme a mi en vez de a los enemigos. Algunos compañeros nos han abandonado, como Terestian o como el Soldado, y otros han llegado, como La bardo o la arquera, pero algo falla. Hay algo detrás de todo esto que no me da buena espina, algo que me atormenta, como si tuviera algo pendiente, o como si hubiera algo que no debo hacer.


Hace ya seis días, compré literalmente a Horo, una niña que ha pasado de tener una mísera vida a ser la esposa de un Señor Espadachin, la verdad es que mis intenciones cuando la adquirí eran otras, pero esa cara, que rezuma inocencia, no es merecedora del destino que pretendía darle. Se que jamás sentiré nada por ella, es como si mi corazón clamara por otra persona, alguien lejano, y que no recuerdo. Pero también siento que ese alguien me está esperando, aguardando que llegue yo y le salve de su oscuro cautiverio. Sólo quiero recordar... mientras seguiré trabajando con estos aventureros, total, no tengo nada que perder y si que unas monedas que ganar.