domingo, 6 de diciembre de 2009

¿Por qué tan debil?

Todo se dispersa, nada confluye.  Me doy cuenta de que soy demasiado debil, de que este cuerpo es demasiado debil, despues de probar diferentes conjuros con el poder del orbe, me siento realmente agotado. Me he dado cuenta de que tras muchos intentos vuelvo ha tener contacto con el dominio del fuego, quizá el poseer el orbe me ayudase.

Debo estudiar que son estos orbes, debo analizarlos y tratar de saber como funcionan y por qué, quién los creó y para qué. Tal vez sean un instrumento útil para conseguir mis fines, pero hasta que no sepa mas, no puedo darlo por sentado. La naturaleza impulsiba y afable de Aldo me está afectando, no pienso las cosas con cuidado, intento hacer todo lo mas rapidamente posible y se que las cosas no son así, todos los planes tienen su tiempo de maceración, mientras tanto he de conseguir el poder, poder para en el momento en que esos planes maduren, ser capaz de recoger los frutos...

Tengo que observar detenidamente a aquellos con los que viajo, algunos podrian serme de utilidad, he de analizar sus fortalezas, sus debilidades y llegado el momento, tal vez utilizarlas para atarlos a mi causa, mas  alla de lo que ellos mismos podrian imaginar.

Empiezo a recordar cosas, Umwe, mi leal lugarteniente, un cuchillo imbuido con magia, y el fin a todo. ¿que seria de el?  ¿Murió o consiguió mis secretos? Es algo que debo averiguar, si sigue vivo, ha entrado en la cabeza de mi lista...

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