viernes, 13 de noviembre de 2009

recapitulando

Mientras veo realizar este ritual me siento perplejo, confuso. Cada vez que he tratado con la magia he salido perdiendo, sin embargo no la temo, como no temo a nada. ¿Cuanto hace? ¿Una semana desde que viajo con esta gente? Mi nuevo patrón tiene la cabeza muy bien puesta, quizás demasiado para la edad que aparenta. La primera noche que pasamos al raso nos atacaron arañas gigantes, luchamos con firmeza y conseguimos matarlas, le miré y dijo algo en voz baja, que al parecer solo yo oí, una sola palabra, una orden directa: Glándulas. Sin pensarlo dos veces extraje las glándulas de veneno de las arañas, por las cuales cobramos en la ciudad una pequeña fortuna. Este "niño" nos guía con mano firme y lleva las cuentas de todo el grupo con precision, algo en su manera de comportarse me dice que es mucho más viejo de lo que aparenta. En la ciudad le vi meterse en un edificio en llamas como si tal cosa, y le seguí. Esperaba rescatar al insensato en cuanto se diera cuenta de su error, pero las llamas no parecian afectarle y para mi sorpresa a mi tampoco. Le seguí de cerca temeroso de que si me separaba de él las llamas me dañarían solo a mí, dejando claro que el unico insensato habia sido yo. Entramos en varias habitaciones y se detuvo en la biblioteca, aparentemente interesado en los libros que quedaban intactos, le conseguí varios de un rincón que no habia sido alcanzado aun por el fuego y me hizo un ademán de desprecio con la mano, para despues coger con la mano desnuda un libro que habia en una estanteria completamente ardiendo, toda entera salvo el libro. Si fuera como la gente de mi pueblo habría recelado de él, le habria temido, incluso le hubiera atacado, pero despues de lo que yo he vivido... ¿Quién soy para juzgarle? Le acompañé fuera de la casa y contemplé con alivio como la casa se desmoronaba lentamente sin nosotros. Cierta tristeza me embargó mientras recordaba como las llamas se extendían por mi casa, pero solo fue un instante. Esta noche hemos localizado el sótano de la casa, al parecer su dueño era la persona para la cual todo el grupo estaba trabajando. Hemos cenado como héroes, desde luego, invitados a comer en una mesa noble. El mago es un ser sobrenatural, parece estar por encima de todo, incluso sabe de mi leyenda y no ha demostrado señas de que le moleste siquiera. Tras la cena nos esperaba este ritual, que al parecer ya concluye, pero antes le he entregado la espada rota. Dicen que un objeto mágico jamás se rompe por medios fisicos, pero yo estoy convencido que habia magia en esa espada, al menos en esa gema que ahora es negra, pero que brillaba con un rojo hipnótico antes de romperse. Ahora me entero mejor: al parecer la mision que este mecenas nos tiene encomendada es la de conseguir unos orbes mágicos, y al parecer nuestro grupo ya está en posesion de dos, y por lo visto los tienen en sus cuerpos. Bien, Rheist el rojo nunca da un paso atrás, incluso si tiene que tratar con magia o demonios, o alojar uno de esos orbes misteriosos. ¿Como los habrán metido en sus cuerpos? ¿Por la boca? Amado Tempus, espero que sea por la boca

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